Sara Gómez con Arte KM22: "Mi manera de comunicar es creando y transformando"
Marina Lozano

Dejarlo todo por el arte: la historia de una creadora que transforma tradición y modernidad en piezas únicas
Sara Gómez es el alma detrás de Arte KM22, una marca que cuenta historias a través de cada prenda. Sara ha conseguido reinterpretar la tradición andaluza, desde los mantones hasta los volantes, adaptándola a un estilo underground que celebra la identidad y rompe con lo establecido. Sus diseños no solo son únicos, sino que cuentan historias, como su innovador proyecto Urania, que mezcla moda, fantasía y conciencia social.
En esta entrevista, Sara nos comparte cómo fue el inicio de este camino lleno de riesgos, las emociones detrás de su proceso creativo y sus sueños de conquistar el mundo llevando su visión a nuevas fronteras. Su trabajo es una invitación a reflexionar sobre quiénes somos, de dónde venimos y cómo podemos expresarlo a través del arte.
Pregunta: ¿Quién está detrás de Arte KM22?
Respuesta: Soy Sara, nací en La Algaba; lo que pasa es que llevo un montón de tiempo aquí en Triana y ya me considero muy de aquí, porque también mis raíces a la hora de crear la marca se labraron aquí en Triana y mi inspiración ha sido completamente el barrio.
Yo empecé haciendo artesanía desde muy pequeña, pero hubo un punto de inflexión en mi vida. Yo ya llevaba trabajando mucho tiempo, y me replanteé: "Sara tú eres artista, tú necesitas desarrollarte artísticamente". Entonces, a los 26 años dejé el comercio, mi trabajo, lo dejé todo, con una mano delante y otra detrás. Fue muy valiente, porque todo el mundo me decía: ¡estás loca!, pero yo decía: es que no puedo, no soy feliz así.
Me inicié con la marca, fui autodidacta completamente. A los 4 años, me metí en una escuela de patronaje industrial, informatizado y digital, y después hice corto y confesión, que es alta costura, que realmente es lo que a mí me gusta. Porque yo no hago cosas industriales, yo las hago todo a medida, que es alta costura. Ya cuando empecé la escuela, me fui desarrollando muchísimo.
P: Arte KM22, el nombre de tu marca, ¿qué representa ese kilómetro veintidós en tu vida?
R: Se llama KM22 porque un día iba de viaje y siempre estoy muy atenta a las señales de la vida. Todo pasa por algo. Y en ese momento estaba buscando mi nombre, y yo decía: Sara Gómez, Sara Arenas, no me gusta. Y tenía 22 años justo cuando iba por la carretera y vi el mojón de la carretera. No me acuerdo qué kilómetro era, pero dije: "¡guau!, este es el kilómetro veintidós de mi vida y me estoy planteando un cambio radical". Así que dije: "Lo tengo, esa es mi marca, KM22". Y luego el "Arte", porque realmente es arte, es moda.
P: Y si la vida fuera eso mismo, un viaje por carretera cuando tú decidiste que se llamaba KM 22, ¿por qué kilómetro vas ahora?
R: Pues, no sé, le aportaría diez años más. Diez años más de experiencia, además, son números maestros; yo creo que estaría en el kilómetro treinta y tres. Porque al final la maestría va subiendo. Tengo que llegar a cuarenta y cuatro, que es el número tope de maestría.
P: ¿Cuáles crees que son las partes del traje flamenco clásico que siempre mantienes en tus creaciones y cuáles son las que te gusta reinterpretar al estilo underground?
R: No es el flamenco en sí, porque realmente yo no soy flamenca. A mí me gusta, como yo digo, el folklore. Desde chica siempre he estado muy vinculada con el traje de flamenca, con el mantón, con los abanicos. También los colores que lo representan, para mí son super esenciales.
Entonces, yo en un momento de mi vida tuve la necesidad de vestir con cosas que no existían. Por ejemplo, llevar un mantón de camiseta por la calle, porque realmente yo soy muy urbana a la hora de vestir, pero con ese toque elegante siempre. Y empecé haciéndolo por necesidad mía. O siempre se representan mucho en mis fotos los abanicos. Los volantes son súper importantes. Y los lunares siempre aparecen, aunque no sean lunares de diferentes colores o no se identifiquen mucho, pero los intento mantener siempre dentro de cualquier colección, aunque no esté totalmente identificada con el folklore.
P: ¿Cómo es el proceso de imaginarte la prenda en tu cabeza, diseñarla y luego hacerla realidad con tus propias manos?
R: Muchas veces pienso que canalizo algo, porque a mí se me vienen las ideas. Yo creo que la mentalidad artística es así, o simplemente es que no me gusta comunicarme mucho con palabras, entonces, creo mi manera de comunicarme desarrollando, creando y transformando. Incluso yo empecé customizando cosas y a mí siempre me ha gustado transformar lo que está destruido o ya no vale en algo precioso, en algo estético.
Yo lo replanteo desde cómo crearlo hasta cómo patronarlo para que se haga realidad. Porque yo hago el patrón desde cero. Y me encanta, porque es arquitectura realmente. Entonces, quieras que no, mi trabajo es de más de artesano, porque a cada persona yo le hago su patrón; no tengo patrones en producción. Lo bueno es que siempre estoy en aprendizaje.

P: Participaste en el Tinglao de Cruzcampo en Málaga. ¿Cómo fue presentar tu colección en un escenario tan único?
R: Me emocioné un montón, porque a mí me gusta mucho el colectivo, lo queer, y me sentí super emocionada. Además, los niños que desarrollaron el desfile supieron entender a la perfección lo que quería transmitir; lo hicieron tres veces mejor. Yo llorando, porque a mí esas cosas me llenan mucho. Y más que sentir que mi trabajo se estaba viendo reflejado, me sentí plena porque ellos se vestían y se sentían muy poderosos.
P: ¿Qué significó para ti trabajar con Cruzcampo y que contaran contigo para un spot?
R: Me sentí super reconocida después de tantísimos años luchando, porque a mí no me ha ayudado nadie, te lo digo a bocadilla. Venían los creativos del anuncio y me decían: "Sara, llevamos detrás tuyo desde 2018, nos inspiras un montón". Y el reconocimiento que me dieron, que yo nunca había escuchado, me afirmaron que yo tengo que seguir con esto.
P: ¿Cómo crees que el público, cuando ve tus creaciones, entiende la fusión de la moda folklórica a la underground?
R: Yo creo que es diferente, pero no llega a ser hortero, entonces a la gente le gusta. La gente que me habla de mi ropa me habla bien, me habla como con gusto de conocer algo nuevo. Y se ven muy identificadas porque es verdad que para mí un top mantón no lo encuentras en otro sitio. Es imposible, me lo he inventado yo.
P: ¿Dónde encuentras esa inspiración para tus colecciones?
R: Me inspiro mucho del vestuario de teatro y del vestuario de cine; me encanta. De hecho, la última colección que tengo, Urania, es muy de vestuario de teatro, muy teatral, y es una cosa que me gustaría hacer. Me inspiro en la fantasía, yo creo historias, entonces, esas historias las he visto. Intento evitar el contaminarme de cosas externas, informatizadas.

P: ¿Qué es Urania?
R: Urania es un proyecto que nació, se me vino, antes de la pandemia y va de una capitana del universo, que se llama Urania y que recluta a diferentes ejércitos de diferentes mundos y bajan a la Tierra a ponernos en noción de que están pasando cosas en la Tierra y que tenemos que despertar. Y eso me vino antes de la pandemia. Es también como a nivel social, te remueve porque cada mundo tiene una personalidad, tiene un arquetipo, entonces tú te puedes ver reflejado en estas personalidades; es como la base de una historia.
La manera de presentarlo, en vez de en desfile, lo hice a modo de instalación inmersiva. Hice como un recorrido en cada habitación. La gente entraba, había una guía, un vídeo que te explicaba por qué ha venido Urania a la Tierra y era de cinco en cinco. Son personas vestidas, cada una en su mundo, con sus colores, sus mensajes. Urania te dice que todo lo que estás buscando fuera está dentro de ti; después te vas a Sirio, que habla del amor, después a la Luna, que te habla de tus dualidades, de tus oscuridades y de tus luces; después vas a Marte, que te habla de tu parte guerrera, de cuando sientes ira, y terminas con Plutónico, que era reflectante; la sala estaba oscura y se reflectaba todo y ahí te hablaba de la transformación. La gente salía hasta llorando porque había hecho una meditación y se había replanteado un millón de cosas. Y afuera te decía, ¿a qué ejército te unes?, y la gente tenía muy claro de qué mundo era.
P: ¿Crees que muchos artistas emergentes andaluces, como tú, han tenido que salir de Andalucía para poder dedicarse al arte?
R: Yo creo que mucha gente de la que se dedica un poco a la identidad andaluza ha sido al revés. O sea, han estado fuera y han vuelto, porque al final echas de menos tus raíces. La gente tiene la necesidad de expresar esa identidad que ha visto desde otro punto de vista. Es muy poca la gente que la ha creado desde aquí.
P: ¿Y crees que se le da voz?
R: Hombre, es que hay muchísima gente, pero yo creo que sí, que a raíz de la pandemia muchísima gente ha salido de la identidad andaluza; es como que se está reivindicando un montón y es lo que te he dicho también, que hay un hilo muy fino entre vender y que te nazca de verdad, porque también se aprovechan un poco del mensaje andalucista. Y me da mucha pena porque luego la gente que se aprovecha es la que más reluce. Hay muchísima gente joven emprendiendo y haciendo lo que verdaderamente le gusta y luchando por sus proyectos. Y no es que tengamos más arte, es porque en Andalucía tú mamas salir a la calle, escuchar a la gente en los bares; es como que hay aje, hay cosas por contar. Entonces, si hay cosas que contar, la gente necesita evolucionarlo, para seguir desarrollando el folklore de la tierra.
P: ¿Cómo ves el futuro de la moda flamenca o folklórica?
R: A mí la moda flamenca siempre me ha gustado, pero me parece que está ya como un poco estancada. No hay novedad, está como en bucle, cuando al final a la gente le encanta la novedad, porque yo he ido a la feria con un kimono y una falda y la gente me ha parado para preguntarme. Pero me aburro, porque con toda la riqueza que tenemos y con toda la artesanía que hay aquí en Andalucía, al final, el mismo de aquí no consume eso. Y me aburre también porque a mí me inspira mucho una persona que vaya por la calle diferente y que tenga su personalidad. Entonces, si yo voy a la feria y veo a todo el mundo igual, que me parece muy bien porque cada uno tiene su estética, pero veo que, estando en el ciclo en el que estamos es como que estamos, muy estancados en eso. Llevo muchos años yendo al desfile de SIMOF y creo que no me sorprendo desde hace 13 años que me sorprendí con un desfile de Vicky Martín Berrocal.
P: ¿Te gustaría participar en algún desfile de SIMOF?
R: Pues la verdad es que sí. Es una pérdida de dinero muy grande, pero cuando yo esté consolidada y tenga dinero para invertir en eso, para mí sería un sueño hacer una pasarela flamenca a mi estilo.
P: ¿Qué proyectos tienes en mente para el futuro de Arte KM22?
R: Ahora estoy con la digitalización, que para mí la página web es un sueño después de tanto tiempo, de haber podido conseguir una estructura acorde con lo que yo necesito. Ahora mismo mi proyecto es eso: reorganizar la ruta.
Este año estuve en Nueva York haciendo un desfile y tengo ganas de tener puntos por el mundo. Ahora tengo uno en Grecia. Siento que ahora mismo estoy abriéndome al mundo. Como que tengo que salir de aquí. Quiero conquistar el mundo. Aparte, me gustaría mucho enseñar, pero enseñar donde no se sepa de esto.
Lo que sería un auténtico sueño sería el desarrollo a lo grande del proyecto de Urania. Me encantaría hacerlo aquí, pero a nivel con todos los seres, con todos los mundos.
Mi finalidad es crear conciencia tanto de consumo como a nivel vital.
P: Si pudieras describir tu marca en tres palabras, ¿cuáles serían?
Luz o color, identidad y pasión.

