Jessica Murillo Ávila: "Trabajar en la igualdad no debe ser solo el 8M o 25N"

Marta Alcalá 

La periodista y creadora de "Crítica Dinámica" ofrece un taller de la mano del Colegio Profesional de Periodistas de Andalucía

Este 25 de noviembre se celebra el Día Internacional de Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, un día de conmemoración, de lucha y reivindicación de la igualdad entre hombres y mujeres. Jessica Murillo Ávila es periodista, investigadora, formadora y especialista en igualdad e intervención en violencia de género. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, usa su altavoz para luchar activamente por el contrario las violencias de género. Es fundadora de la revista digital con perspectiva de género 'Crítica Dinámica', cocreadora y codirectora del programa histórico y cultural radiofónico con enfoque de género 'Radio Conectadas', y antigua docente de la asignatura 'Comunicación no sexista' del Instituto RTVE, entre otras. Desde hace más de diez años imparte talleres y conferencias sobre igualdad para diferentes asociaciones, organizaciones y centros de enseñanza en España y América Latina.

Hoy en día, la sociedad continúa teniendo la creencia que la mujer es débil y no es capaz de avanzar por sí misma. Tiene miedo a actuar y hablar. Muchas mujeres, y entre ellas Jessica, nos han demostrado que no, que la mujer no está callada esperando al movimiento, sino que es ella la que se mueve para cubrir sus necesidades y conseguir sus ambiciones. Jessica ha sabido usar su mejor arma, la comunicación, para dar visibilidad y enseñar que las mujeres no son un objeto sin voz al que pueden tratar de cualquier manera. Ha difundido y continúa difundiendo el respeto y la igualdad de género, educando y dando las necesarias pautas que se deben emplear para comunicar correctamente los temas de la mujer allá por donde vaya. Para nosotras es todo un honor poder contar con referentes, dentro y fuera de las aulas, de las que tomar nota con su ejemplo en cómo se debe dirigir la comunicación de las mujeres. Eso es por lo que lucha Jessica día tras día, con su voz y sus medios.

En estos días, el Colegio Profesional de Periodistas de Andalucía tendrá el honor de recibir a Jessica Murillo en un taller titulado "El tratamiento informativo de las violencias sexuales: un cambio de mirada" con motivo del 25N. Por tanto, el lunes 18 de noviembre a las 16:30h la periodista activará su cámara y compartirá con los asistentes una agradable tarde de concienciación y lucha por un objetivo común. En concreto, el taller está enfocado para sensibilizar a los periodistas asistentes con el objetivo de adquirir la capacitación necesaria para cubrir los casos de violencias sexuales de manera informada y responsable. Tendrá una duración de 3 horas, hasta las 19:30h, es gratuito y 100% online.

Pregunta: ¿Cómo surge el proyecto de este taller?

Respuesta: Este taller surge porque hace unos meses atrás estuve haciendo el mismo taller, pero en el Colegio de Periodistas de Castilla y León y justo estaba Teresa (Vocal del Colegio de Periodistas de Andalucia) entre los oyentes. Al finalizar me dijo que le había gustado mucho el enfoque, que se trataba la violencia de género, pero no de manera específica la violación sexual, y sobre todo que tuviera cuenta las especificidades que tiene cada medio de comunicación. A partir de ahí, me llamó para para poder estar en el Colegio del Periodistas de Andalucía.

P: ¿Qué veremos exactamente en este taller? ¿En qué va a consistir?

R: Yo lo diría que se divide en dos partes. Una primera parte, que es para profundizar en este conocimiento que todo periodista que va a informar sobre violencia sexuales debería saber. ¿Qué son las violencias sexuales? ¿Cuáles son sus causas? ¿Cuáles son sus consecuencias? ¿Cómo afecta a las mujeres en su salud física y psicológica? A partir de ese conocimiento, lo más concreto y lo más certero posible, poder tener las herramientas necesarias para poder dar cobertura a este tipo de casos, tanto desde la prensa digital, como la prensa tradicional, la radio o la televisión. Sí que es verdad que yo lo enfoco mucho al mundo periodístico, es decir, a las personas que nos dedicamos a elaborar esas piezas informativas, pero también va destinado a aquellas personas que dentro de la ciudadanía quieren saber y quieren tener un conocimiento sobre cómo prevenir, actuar y sensibilizar en los casos de violencia sexual.

P: ¿Cómo comenzaste en este camino de impartir talleres? ¿Cómo surge el proyecto?

R: Llevo 10, 12 años impartiendo estos talleres y empecé desde el mundo del periodismo, cuando empecé a escribir diferentes artículos. Me especialicé en un tipo de periodismo, que se llamaba el periodismo de críticas social, que el objetivo es visibilizar las desigualdades, sea del tipo que sea, para que la ciudadanía se conciencie sobre ellas y contribuye a cambiar esas desigualdades que existen. Mientras investigaba, me di cuenta de que tratar el tema que tratara, siempre había una desigualdad que estaba presente, y era aquella desigualdad que tenía que ver con las mujeres por el hecho de mujeres.

Esto me llamó mucho la atención porque hasta ese momento no me había puesto a pensar en ello, no me había dado cuenta de esa desigualdad, porque como yo siempre digo, la tenemos muy interiorizada, muy naturalizada, y tenemos que hacer el esfuerzo de mirarlo. Así comencé a formarme en temas de igualdad. Hice el Máster de Igualdad e Intervención en Violencia de Género, el Máster de Comunicación Política Especializada en Políticas Públicas de Igualdad y el Máster de Negociación Colectiva. A partir de ahí empecé a impartir formación a profesionales de todos los sectores, no solamente del periodismo, sino de otras áreas, porque en todas las profesiones que necesita incorporar esa perspectiva de género, y me fui especializando poco a poco en la igualdad.

P: ¿Cómo te sientes por estar llevando a cabo esta bonita y necesaria iniciativa?

R: Te agradezco mucho que te parezca tan necesaria, porque yo también lo veo. Existe una necesidad en todas las profesiones. Te podría contar muchas experiencias que me he encontrado negativa, porque lo que pasa en estos talleres es que, de alguna manera, les está removiendo a las personas que asisten la base de todo lo que se han educado, porque se han educado en roles, en estereotipos, y han ido reproduciéndolos sin darse cuenta.

Cuando tratas este tipo de temas, les hace reflexionar y, a su vez, hacen que se den cuenta de esas actitudes. A veces hay algunas respuestas complicadas, que al final se van encaminando, pero yo siempre digo que con que haya alguien que se le haya encendido esa luz ya es suficiente porque se lleva un conocimiento que lo va a ir expandiendo. Va a ir documentando más sobre ese tema, pero también lo va a ir hablando con otras personas y va a contribuir a esta sensibilización, partiendo eso que se ha llevado. Eso es lo que me parece lo más bonito de todo.

P: ¿Cómo has notado la respuesta del espectador desde el inicio?

R: Depende un poquito. He impartido formaciones en muchos sitios diferentes. Existen, por ejemplo, unos cursos que se dan dentro del marco, de personas que llevan mucho tiempo en paro, entre otros, y se les da una formación y hay algunas asignaturas que son transversales. Una de esas asignaturas es la asignatura de igualdad. Entonces, esas personas se enfrentan a unas formaciones sin ese enfoque previo. Se encuentran con esa información y ahí, en un primer lugar, hay mucho rechazo, porque primero vienes con el estereotipo, que también nos están vendiendo. Entonces vienen con muchos estereotipos, de qué es el feminismo, de qué es la igualdad, de qué me va a hablar esta señora. Y luego, sí que es verdad, que están reflexionando.

Pero luego nos encontramos con otro público, que quizás es más parecido a este último taller que dimos, que ya vienen concienciados y quieren conocer un poquito más. Son un poquito más fáciles, se disfrutan más. Los otros son más complicados, pero también son necesarios, también hay que ir a donde no llega el mensaje. Y también hay que saber cómo hacer llegar ese mensaje. Entonces es complicado, y es a través de la práctica y el ir viendo diferentes dinámicas, cómo se va llegando a esa pequeña reflexión.

P: Entre tus proyectos eres cofundadora de Critica Dinámica y Radio Conectadas, ¿de qué tratan?

R: Cuando yo inicié Crítica Dinámica todavía estaba estudiando periodismo, estaba haciendo especialización del periodismo de crítica social, por eso se llama Crítica Dinámica. Todos los artículos iban enfocados a visibilizar problemáticas sociales para que la ciudadanía tomara esa conciencia, y ponía esa perspectiva de género. Cómo está afectando ese tema concreto del que estamos hablando de manera diferente a hombres y mujeres y cuál es la causa de que ese hecho en concreto esté afectando de esa manera tan diferente. Con el objetivo de poder visibilizar la existencia de una desigualdad estructural y una serie de intersecciones, que además hacen que la desigualdad sea más abrupta. Entonces se trataban diferentes temas, desde temas de medio ambiente, temas culturales, etc. Dentro de ese proyecto, la presenté al concurso de Ecovidrio 2012 y gané un premio de periodismo digital con esta revista.

Lo que pasa que a mí lo que realmente me gusta es la radio, y junto a unas compañeras cree una radio que se llamaba Radio Conectadas, la primera radio que había en ese momento online con perspectiva de género. Como ya empecé Radio Conectadas, lo que hice es que convivió un tiempo con Crítica Dinámica, pero finalmente desapareció, y muchos de los temas que se trataban en esa revista pasaron a tratarse en Radio Conectadas. En el programa, digamos que el feminismo era transversal, lo llevábamos tres mujeres y las tres teníamos en la misma importancia. No había una jerarquía, era todo muy horizontal. Era también un tipo de liderazgo diferente al que nos podemos encontrar, y una manera de trabajar muy sororal.

Había programas también culturales, de poesía, donde además visibilizamos a mujeres en la poesía, y hacíamos debates con poetisas que también venían a recitar. Había un programa completo de feminismo, donde tratábamos un problema relacionado con la desigualdad. Teníamos un programa de historia donde hablamos la historia diferente a la que nos habían contado, y visibilizando también a las mujeres en la historia. Entonces todo tenía esa perspectiva de género.

P: ¿Qué objetivos tenías con estos medios?

R: Recuperar esa función social del periodismo. Nunca debemos perder este objetivo del periodismo, que no es otro que informar, educar y orientar a la ciudadanía sobre asuntos de interés público. como es la desigualdad entre mujeres y hombres. y que se lleven una reflexión crítica sobre ella para que contribuyan desde esa sensibilización que han adquirido desde nuestra información a cambiar esa desigualdad. Entonces mi objetivo siempre era visibilizar la desigualdad con la información que yo les proporcionaba para que de alguna manera tomaran conciencia y también esta desigualdad, que a mí me interesaba, no desde mi herramienta que era el periodismo.

P: ¿Por qué decidiste introducirlo a través de la historia y cultura?

R: Tanto Crítica Dinámica como Radio Conectadas tenían esa función que te comento del periodismo. Yo siempre explico del periodismo, o los medios de comunicación, son un educador salvaje. No tienen la intención de educar, pero nos están educando y nos están influyendo constantemente. Quería aprovechar esa influencia del periodismo, para que también la ciudadanía tuviera acceso a la cultura, pero que fuese una cultura total. Si tú le preguntas a cualquier persona dime a una persona que haya escrito en la historia que admires o dime un hecho histórico que hayan protagonizado a las mujeres, etcétera, no saben. Entonces, nuestro conocimiento, nuestra cultura espacial, porque es una gente conocemos lo que han hecho los hombres, pero no conocemos lo que han hecho las mujeres. Quería coger esa función del periodismo de educación y además mostrar la mirada completa sobre la cultura para tener esa esa información.

P: ¿Cómo es que estos medios ya no siguen vigentes?

R: La razón es porque es muy complicado tener un proyecto, que a ese proyecto se le dé financiación y siga adelante. Entonces las personas que tienen la capacidad de ofrecernos esa financiación tienen también que apoyarnos, porque un proyecto que se autofinancia, como era nuestro, y que además no podíamos vivir de él, lo teníamos que completar con otros trabajos. Al final termina muriendo, y es una pena que un proyecto bueno, que al menos a mí sí me lo parecía, desapareciera. También quiero visibilizar la importancia de apoyar esos nuevos proyectos que tengan perspectiva de género que aporten un valor añadido a los medios que ya existen.

P: ¿Continuarás esta vida "nómada" en el futuro o tienes nuevos proyectos?

R: En realidad, digamos, yo tengo mi trabajo y luego, además, tengo estos talleres. Mi trabajo es trabajar en la igualdad. Hago planes y medidas de igualdad para las entidades. El trabajarlos no solamente al exterior, esa igualdad, sino que desde dentro a la igualdad. Si nos vamos a cualquier entidad, nos vamos a dar cuenta que las mujeres somos a lo mejor una gran parte de las plantillas, pero hay muy pocas mujeres dirigiendo. O existen profesiones muy feminizadas que funciones muy masculinizadas, donde las feminizadas normalmente están más precarizadas. Se cobra menos, tienen menos posibilidades de ascenso, etc. Eso repercute a lo largo de nuestra vida, hasta el límite de que existe una feminización de la pobreza. Para poder atajar eso también hay que atajarlo desde los planes de igualdad de las entidades.

Voy teniendo talleres a la vez que trabajo. Talleres en las entidades sobre el tema, planes de igualdad de perspectiva de género en el periodismo científico y más ejemplos. Aunque casi siempre, este tipo de talleres los piden mucho en torno al 25N y 8N. El trabajar en la igualdad no solo son estas dos fechas, sino que tiene que ser a lo largo de todo el año y de manera transversal en absolutamente todo lo que hagamos.

P: ¿Qué podemos esperar de este taller? ¿Nos cambiará la mirada?

R: Podemos esperar que nos cambie la mirada porque ese es el objetivo fundamental. Se adquieren las herramientas para poder incorporar la perspectiva de género a cualquier tema que se trata de los medios de comunicación, pero muy concretamente al tema de la violencia de género, y más concretamente a las violencias sexuales. Si se cambia la mirada, se enciende una luz. Podemos ser capaces de deshacernos de esos mitos que tenemos interiorizados en la sociedad de las violencias sexuales. Todo el mundo piensa, si le preguntamos a cualquier parte de la ciudadanía, que qué cree que es una violencia sexual y casi todo el mundo nos va a decir que tiene que ver con una violación que se produce de noche en espacios de ocio por parte de un grupo y que utiliza la violencia.

Sin embargo, eso solamente es el 4.4% del total de la realidad. Falta por visibilizar el resto de las violencias sexuales que se están produciendo. Y, sobre todo, que dejemos de verlo como casos aislados, como fruto de la mala suerte, que tiene que ver con cómo la mujer se había comportado, en si el hombre estaba bebido o no. porque la causa es la desigualdad estructural entre mujeres y hombres. Y si no somos capaces de llevar, seremos capaces de explicar en nuestras noticias que la causa de esta violencia sexual que ha ocurrido es esa desigualdad estructural. Y vamos a ser capaces de visibilizar no solamente la punta del iceberg, que es lo más visible, las vivencias sexuales en grupo, sino también el resto de violencias que nos casan más desapercibidos. A partir de ahí, sería cuestión de seguir trabajando en lo que abordaremos en el taller. Fuentes, en el lenguaje que estamos utilizando, cómo hay que poner el foco en el agresor y no en la víctima. Pero con llevarse ya esta primera parte de destruir los mitos, ya estaremos haciendo muchísimo más de lo que pensamos.

Realmente lo que está pasando es que los medios de comunicación no nos hemos informado o como periodistas, no tenemos un conocimiento sobre este tema, estamos informando sobre los mitos que hemos interiorizado, y al seguir reproduciéndolo estamos reforzando en el imaginario colectivo que cuando una violencia sexual no tiene que ver con ese estereotipo de que se producen de noche en espacios de ocio, etc, sino que se producen en el hogar o por parte de un compañero de trabajo, ahí ya no creemos a esa mujer porque no se adapta a mi idea de una violencia sexual. Así que, si como periodistas vamos a seguir reproduciendo todos esos mitos sobre las agresiones sexuales en nuestras piezas informativas, pues vamos a seguir sin escuchar a las víctimas, las víctimas y supervivientes para seguir sin poder denunciar y en cierto modo, vamos a ser responsable tanto del silencio como de las consecuencias de ese silencio. Así que cambiar el relato y cambiar la mirada, yo diría que es lo más importante.